La Radio del Gato

martes, 27 de abril de 2010

A MERCED DEL BOTAS NEGRAS - Jorge Jesús

CRÓNICA 34


Tenemos dioses que mi abuela, por india, no nombraba; tenemos dioses en la vida. Cruzan los ángeles por las rutas de nuestras manos, y los llamamos si nos hace falta algo; los invocamos a la guarda de nuestro nombre. En la escena principal el ángel era un ángel y lo que veía era a una persona que me agrada mirar.

Dioses perdidos en la vida de los hombres, dioses dejados por Homero en cercanías de los ríos. Y era cierto, los dioses se conservan gracias al agua; es la vida, la sed que padezco ahora es una verdad represiva. Vivo en la orilla de un río caudaloso y los milicos de La Orden Debida no me dejan beber agua.

En ese simple acto represivo consiste la mayor tortura. Sueño despierto buscando un ángel, el mismo ángel que charlaba conmigo cuando era niño; después se acostumbra, y no me dirigía la palabra; acaso porque yo no dialogaba más con él. Él que hablaba y hablo soy yo.

Llamo y mi ángel ríe despacito; y sin alarmarse me alienta con unas palabras. A Ivo lo asesinaron con la tortura de unas horas. Si hasta ahora no te asesinaron en este cuartel, vivirás hombre. El ángel enmudece sabiendo que el dueño de mis palabras, está en una zona nebulosa donde sopla el aire del pensamiento y otros vientos.

Los dioses despiertan en las nieblas, alegres hacen lumbres vivas de las lunas, y el ángel que dice, lumbres prendidas por el escritor mayor del Uruguay; regala fuegos y fueguitos a los sueños humanos. Galeano nos presta palabras; las mismas que le regalaran los dioses americanos. En la boca de los pobladores originarios el viento enciende el ritual y la poesía cuenta.

Natural, la sabiduría vence a la muerte; estrella que cuenta la vida de sí, después de una muerte pasada. Cuentan las estrellas, rumbos del mañana. En la plaza; libres comeremos helados, y miraremos a las mujeres que usan el pelo recogido, para besarlas cerca de la fuente.

El horizonte lejano es ahora el espejo, me recorto en tus ojos que miran y andan en mis sueños, y en tus ojos ya no sé si son mis sueños, acaso eres tú que sueñas mis sueños de hoy.

Espejo equilátero de padre y madre, y el yo atravesado de Irina marchando en la andanza de la vida.

Dimensiones que quiere romper el Botas Negras. Me quiere romper el decurso. Recomienda su receta para todos los detenidos, matarlos a todos, desaparecerlos y a otra cosa; como hacen los dictadores de la Orden Debida de Argentina.

En plantón interminable espero saber, de qué lado nos alucinará, la otra dimensión del loco uniformado que nos controla.

Mientras, el paciente cabo Sixto Mandacarú, desde sus ojos, calibra esqueletos de ojos vendados, para desaparecerlos ni bien le den La Orden Debida. Y para él no es una previsión descabellada, es su tarea asignada por Orden Debida, si alguien muere en la tortura se le desaparece, tarea a cargo del cabo Sixto Mandacarú.

Las logias fascistas de la dictadura, en la sombra de la sed, auscultan a cada prisionero para destruirlo sin compasión.


(del libro que escribo desde el título “NOCHES SIN CAMPANAS")
JORGE JESÚS

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