14 de junio, 2012:
Séneca no era bipolar ni yo también
Supongo que habrán observado que todos los
trayectos, todas las cosas, ofrecen cierta inconsistencia visual. Varían, mutan
infatigablemente. A veces me parece algo natural, a veces me sorprende. Un
camino que andamos y desandamos durante todo el año, ofrece, cada día que lo
surcamos con ojos predispuestos, un árbol nuevo, una forma, una ondulación. (Descontando
todo aquello que varía predeciblemente, aquello que responde a las inercias de
la fuerza, el movimiento). El axioma de Heráclito de Efeso abarca la totalidad;
pero, aunque menos poética, quizá la manera correcta de explicarlo sería:
ningún sentido pasa dos veces por el mismo umbral. Todo cambia. Cambia el observador
y cambia lo observado. Hoy, adormilado el cerebro y caducas las ganas, no
encuentro el discurrir preciso de las palabras. Pero, como no quería truncar
estas crónicas, mal escribí estas líneas con el solo propósito de plantear esta
pregunta: ¿por qué todas las fotografías son rectangulares? La pregunta,
originalmente, era otra, pero la cambié.
Amadeo
Pastor
3 comentarios:
Por que?
Beijos!
Ouvi a crônica achei belíssima.
Também deixo um beijo Sinfônico para ele. Ele merece.
Beijos!
Quizá porque un elefante gris se ha parado en su ventana y no le permite ver el sol.
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