Hoy todos los silencios han
llegado a mi boca. No alcanzo a bosquejar una palabra cuando la ceguera
amordaza los sentidos. El papel se entinta de humedad. El grafo desmenuza en
migajas cada letra. Dicen que es mejor guardarse en estos tiempos y no condenarse
con sus propias palabras. También dicen que guarecer sigilo es renunciarse.
Cuál es el camino correcto, hoy no lo sé. En cambio sé que al final resistiremos
mil muertes. No habrá más vida ni mayores sabidurías que las eufonías del
silencio.
Jan Kaa
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