La Radio del Gato

viernes, 26 de junio de 2009

Grandes mortales creadores e iluminados, borrados de nuestra memoria - Basilio Pinilla

Así comienza la historia…..

Eran los años 1861, el Sr.Justo Corta (Diputado por Paysandú) viene velando en un Proyecto para exaltar a Paysandú a la distinción de ciudad.
Su proyecto es estudiado por la Comisión de Legislación de la Cámara de Representantes, reformado y finalmente aprobado. En el Mensaje, el Diputado sanducero se refiere a:
"los elementos de vida propia y las condiciones de un desarrollo estable que justifique el nuevo título de Ciudades... cree haberlo hallado en la ventajosa posición que ocupan estos centros de población, para ejercitarse en un comercio lucrativo, cuya circunstancia los ha hecho prosperar con tanta rapidez, después de la guerra de nueve años".
El 5 de junio de 1863 fue aprobado el Decreto por la Asamblea General, presidida por el Doctor Eduardo Acevedo. Y el 8 de junio de 1863, el Presidente de la República Bernardo Prudencio Berro, pone la práctica definitiva a este Decreto.
Entre los elementos determinantes de la elevación al grado de ciudad a Salto y Paysandú, señala:
"...la población de Salto y Paysandú, regularmente numerosa y entregada a un comercio importante y activo por su vía fluvial, y por sus Bancos... ofrecen una completa seguridad de su prosperidad e importancia comercial marcharán en la vía del progreso que es la consecuencia natural de su modo de ser o vida social".


Ahora les incito a transportarnos en el tiempo, remitirnos a una época y a un hombre que junto también a una sociedad enmarcaron éste suelo, éste hoy Paysandú ciudad, en un antes y un después de…..
Esto acaeció halla por 1858 cuando asume la jefatura de Policía el Coronel Basilio Antonio Pinilla, quien sucede a Emilio Raña tras un breve interinato el la misma. Hasta esos entonces pocos cambios progresivos tanto social-cultural y/o económicos suceden en éste lugar, por esto habitualmente cuando recordamos al Coronel Basillo Pinilla prevalecemos en forma aseverativa un antes y un después de Basillo Pinilla, personaje pródigo y gran visionario, por aquellos entonces Villa Paysandú, predecesor mas adelante de llevar a Paysandú ciudad.

En setiembre de 1958 se pública en la “Reforma Pacífica” de Buenos Aires, acerca de Paysandú, lo siguiente:
“este pueblo está desconocido, desde que se hizo cargo de la jefatura de Policía el Sr. Basillo Pinilla. Los estancieros empiezan a gozar de las ventajas de los últimos tratados con el Brasil (….) Los campos toman mas valor cada día, ya que por la paz es una realidad (…) Aquí todos tienen grandes proyectos, unos quieren establecer saladeros, otros curtidurías y todos ocuparse de la industria para sacar el beneficio de los tratados abasteciendo exclusivamente el Imperio del Brasil de todos los productos animales. Es increíble la falta de brazos que se siente, especialmente artesanos, pues todos quieren edificar. Los carpinteros, albañiles y peones, ganarán todo lo que quieran y cuántos más vengan más ganarán: pues entonces se empezarán todas las obras que hay en el proyecto. De sastres y zapateros también hay falta: es natural, todos tienen plata y quieren vestirse bien (……)”

Era una época próspera, en cuanto a industria saladeril, fue una auténtica potencialidad comercial (el primero, sin disputa, de los departamentos de nuestro país), se le debió en gran parte el progreso, a esto sumado la migración de europeos hacia nuestras tierras.

Otra crónica, días mas adelante, también publicado en la “Reforma Pacífica”, decía: “Antes parecía que en Paysandú había la fiebre amarilla, pues no se veía un hombre por la calle, hoy se levantan algunos edificio, andan carros en el puerto, flamean con la bandera nacional los pabellones que triunfaron en el oriente, las calles llenas de señoras y caballeros, dentro de poco de comerciantes, propietarios y hacendados, fatigados de sus tareas y admiradores de lo majestuoso de la naturaleza, irán a gozar sobre las márgenes del Uruguay, de esos cuadros divinos que el Todo Poderoso ha colocado aquí”.


El P. Baldomero Vidal en sus "Apuntes históricos de Paysandú" cita lo que dice Isidoro de María en la "Prensa Oriental" sobre la villa sanducera. Es un síntesis sobre alguna de las fachadas que matizan a Paysandú.
"Paysandú descuella en la vía de los adelantos materiales. El Sr. Pinilla, su ilustrado y progresista Jefe Político, se hace recomendable por el empeño que pone en dar impulso al progreso material de aquel Pueblo...
Las obras terminadas son la Casa de Policía del Departamento, elegante edificio que honra al señor Pinilla...
Se ha hecho una cárcel cómoda y aseada, que puede visitarse como modelo de orden y limpieza.
Un Hospital, el que probablemente abrirá sus puertas en los primeros meses de 1862.
Un Cementerio con su linda Capilla, en los que hay mausoleos que cuestan a sus propietarios más de dos mil patacones.
Un Templo en el cual trabajan diariamente más de treinta hombres. Agréguese a esto el proyecto de un Muelle de madera y un Mercado, proyecto que se realizará tan pronto como el Sr. Pinilla sea autorizado para el efecto.
La Plaza de Paysandú rodeada de árboles cuidados y regados diariamente, donde se reúne la población los Jueves y Domingos para oír las piezas ejecutadas por la Banda Militar, creada por el señor Pinilla y sostenida por él en su mayor parte..."

Hasta aquí vemos a Paysandú creciendo raudamente en una armonía pronta a engalanarse de ciudad. Esto no hace que su prosperidad se detenga, sino que otros son los que obstruirían su marcha, con la pavorosa potencia de las armas.

Sin lugar a dudas compartirán la culpabilidad de sabernos forasteros a la evocación de estos seres, arquitectos de éste suelo que hoy cada uno de nosotros vivimos, casi tan extraños al sacrificio de aquellas vidas que lo apostaron todo.

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