Aligerarse pata el vuelo. Un día
nada de lo superfluo pesará.
Iremos tan sin carne,
tan sin sombra,
sólo en la luz...
Creíamos,
que lo que fue quedando en el viaje,
lo íbamos perdiendo,
Perder no es desprenderse
de lo frondoso,
ni es ir dejando aquello que nos viste
de transitoria y fácil alegría.
Mirar como se apaga
la voz que grita,
no es perder.
Y nos alcanzará, con nuestra parte
de agua y de viento.
Un día
irá nuestro corazón ligero
-no vacío-
sólo en la luz,
tan sin carne,
tan sin sombra...
Julio J. Casal
No hay comentarios:
Publicar un comentario