La Radio del Gato

martes, 2 de junio de 2009

Julio Inverso



El año 1999, podría considerarse trágico para las letras uruguayas, sí es que la tragedia no se descuartiza de su propia semántica cuando nos estamos refiriendo a un artista, y el 7 de octubre un día extraño en las letras universales, un 7 de octubre Cervantes queda manco, un 7 de octubre muere miserablemente Edgar Allan Poe y el mismo día, un 7 de octubre del año 1999 muere, se suicida, uno de los poetas mas esenciales que ha invocado a la esquiva poesía sobre estas tierras, Julio Inverso. Tenía publicados para entonces cuatro libros: Falsas Criaturas 1992, Agua Salvaje 1995, Milibares en la tormenta 1996 y Más lecciones para caminar por Londres 1999. Las saetas afiladas de la poesía de Inverso apuntaron siempre a la des-estructuración concienzuda del verso, no hablamos de deudas, ya que la poesía (autentica) nunca llega a ser una deudora, se le debe, apuntaron al surrealismo, al dadaísmo, se contorsionaron ágiles por la música de Zitarrosa y la de REM, por la lítica presencia de una dictadura y la búsqueda romántica del amor, de un amor profundo, melancólico y felizmente desaburguesado.

Caminar por el lomo afilado de la poesía y salir triunfante es para pocos, Inverso abandono la carrera de medicina estando pronto a recibirse para caminar desnudo por la parte más filosa de la arista. Allí por donde pasan los que la historia a nombrado (acaso para diferenciarlos) de “Malditos”, de “Videntes”, esos seres que están, como decía Herman Hesse, en una dimensión de más. Escribía, pocas veces corregía, plagaba con versos surrealistas las paredes de un Montevideo que jamás entendería la divina locura de su ensueño, como no entendieron a Herrera y Raissig, ni a Roberto De las Carreras, ni a Mateo, ni a tantos otros. Su poesía nos habla del amor, del hastío, de la desolación, del alcohol, de las pastillas, de las drogas, todo era aliciente para la poesía de Inverso, y uno siente la presencia de todas las cosas que conmovían al poeta, en cada verso. Inverso nos hablaba acaso de los mismos tópicos que atañen a todos los poetas, pero desde una óptica y un recurso del lenguaje tan exquisitamente diferente, que le permiten acceder al rotulo de “poeta esencial”. No toda la poesía de Inverso es incanjeable, pero hay, escondidas en toda la obra del escritor, las que alcanzan lo inalcanzable, y eso en la historia de un poeta, es muchísimo más que suficiente.

En vida obtuvo el premio de la Intendencia de Montevideo con “Vidas suntuosas” en narrativa, y del Ministerio de Educación y cultura en el año 2000, luego de su muerte, “Diario de un agonizante”, recibió del mismo Ministerio y en el mismo año una mención. Fue significativa su labor de poeta activo con “la brigada Triztan Tzara” y la “La torre Maledetta” grupo con los cuales ejecutaban Graffitis poeticos.
Antes del suicidio, como en acto de conciencia que solo alcanzan los grandes artistas que saben que por sobre sí mismos esta su creación, dejó en manos de Dayman Cabrera, poeta y Editor Responsable de Vinten Editor, un gran paquete de hojas desiguales, como un obsequio salvaje, sin corregir, sin seleccionar, dejo así de cruda, el total de lo que ahora será su obra póstuma, y como no son de poetas los detalles ordinarios, las dejó embutidas para nosotros en un sobre de LP de 33 r.p.m. Se han editado en los últimos años “Cielo Genital” en el año 2000 y “Falsas Criaturas, Diario de un agonizante, vidas suntuosas” en el año 2004.
Vale decir que aun queda una extensa obra inédita de este autor, que pronto comenzará a acurrucarse en las letras latinoamericanas.


Julio Inverso
Apuntes para “Voces del Faro”
Jandra Pagani – Mario Sarabí

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