Crónica 50 –
FLOR…
En ese cuartel, en ese calabozo, la encuentro. Me cambia la clave negra del tiempo, por una luciérnaga.
En un rincón de la cucheta de madera, se descubre un pimpollito blanco hecho con miga de pan.
Hasta el día de hoy, Pedro Jonas, ando inventando el nombre de los ojos y las manos; el nombre de ese ser cautivo, ser maravilloso que siembra en los calabozos, ese mensaje de esperanza:
¡Una flor de pan!
La florcita tan frágil se acomoda en mi memoria.
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Aquí finaliza el ciclo de entregas de la novela.
Agradezco a todos los gestores y usuarios de las redes sociales que han seguido de cerca esta publicación que conforma la Novela de Pedro Jonas
Gracias
Jorge Jesús
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