Entrevista:
Víctor Bacchetta, periodista y escritor.
Por:
Jandra Pagani
“aún queda mucho por
investigar y conocer”
A casi 50
años del asesinato del Profesor Arbelio Ramírez, suceso que vive en la memoria
de muchos uruguayos, el periodista Víctor Bacchetta nos propone una investigación realizada con seriedad, respeto y
objetividad, reuniendo por primera vez el expediente judicial y policial
y documentación del Archivo Nacional de Estados Unidos. “El asesinato de Arbelio Ramírez, la Republica a la deriva”, desenmaraña
muchos “trabajos” que, a lo largo de 25 años de instaurada la democracia en
nuestro país, se han publicado acerca de lo sucedido aquel oscuro 17 de agosto
de 1961, oportunidad en
que el Che Guevara visitara Uruguay, dictando una charla en el Paraninfo de la Universidad de la República. Hecho
que, aún hoy, sigue exento de esclarecimiento, formulando, durante medio siglo,
cientos de teorías.
El libro “El asesinato de Arbelio Ramírez…”, abre
nuestros ojos, llevándonos, obligatoriamente, a la reflexión, ¿cuál es el móvil
que te lleva a realizar esta investigación y, por ende, para escribirlo?
- Fueron varios factores, desde haber conocido a Arbelio cuando yo era un
niño, haber estado en el acto ese día que habló el Ché, mi militancia gremial y
política posterior y mis actuales inquietudes. Siempre fue algo pendiente para
mí que no se esclareciera este crimen y al final, saturado de tantas fantasías
y deformaciones, pude poner todo mi empeño y experiencia en esta investigación.
Víctor, corriste el velo de algunos de los
protagonistas de aquellos sucesos, incluyendo miembros del grupo fascista,
quienes fueran los responsables de los incidentes, denominado: "Movimiento
Estudiantil de Defensa de la
Libertad ", ¿cómo lograste ese camino?
- Fue por el acceso a la
documentación del Servicio de Inteligencia de la Policía de Montevideo y de
la investigación judicial. En cierta medida, me sorprendió que se encontraran
allí tantas evidencias, pero esto a la vez deja mucho más claro que esas
investigaciones fueron enterradas por una determinación política. Se ve con
claridad en esos documentos que no se siguieron determinadas pistas, que no se
confrontaron versiones contradictorias de los indagados, etc.
¿Qué nos revela esta investigación?
- Por una parte, el libro
revela documentos que estuvieron escondidos durante 50 años y que permiten
trazar hipótesis mucho más certeras sobre los responsables del asesinato de
Arbelio. Por la otra, el libro reconstruye un momento crucial – yo diría “un
momento bisagra” en la historia de nuestro país y la región.
¿Cuál es el significado histórico y político del
asesinato del profesor Arbelio Ramírez?
- El asesinato de Arbelio Ramírez y la
impunidad de sus autores, a pesar de ser un hecho condenado por unanimidad,
marcó el inicio de una nueva etapa política en el país donde ya estaban
actuando los gérmenes de lo que sucedió después. En el Uruguay de los años 50,
en crisis el modelo agroexportador tradicional, cuando los sectores populares
buscaban avanzar en las conquistas sociales y las libertades democráticas, es
la oligarquía nacional aliada con Estados Unidos la que introduce la violencia
armada para aplastar ese movimiento y preservar sus intereses.
¿Por qué o para quién sentís esa necesidad de escribir
hechos que marcaron días tan sombríos para nuestro país?
- Se aprende más de las derrotas
que de las victorias y no soporto que me tomen por tonto ni que tomen por tonto
al pueblo. Las tergiversaciones de la historia que se escuchan en nuestros
días, que han prosperado con la complicidad del silencio impuesto y la
represión dictatorial aún impune, además de insoportables, son una amenaza para
el destino del país. Es imprescindible, para nuestra salud como individuos y
como pueblo, saber de dónde venimos para decir adónde vamos.
¿La Memoria Histórica reciente es acaso el talón de
Aquiles para el futuro de Uruguay?
- Lo decía en la respuesta
anterior, pero para entender la historia reciente hay que ir más atrás del
período dictatorial, que fue solo el desenlace de un largo proceso. Hay que ir
a los orígenes que se sitúan en la crisis de los años 50, a los cambios y las
luchas que esta crisis genera en la sociedad, en los partidos políticos y en el
propio estado, que es donde se dirimen las relaciones de poder. En este
sentido, a pesar del tiempo transcurrido, aún queda mucho por investigar y
conocer.
¿Cuál es el deber de los demócratas para que no ocurra
nunca más aquella manifestación de fascismo que se vivió entrado los años 60
hasta el fin del gobierno tiránico?
- Yo soy un simple ciudadano y, como tal, solo trato de ser fiel a mis
convicciones por la justicia social, por las libertades y los derechos
democráticos. Es la lección que he aprendido de los verdaderos demócratas y
auténticos luchadores. Para los que no lo conocieron quise contar quién era
Arbelio Ramírez, porque para muchos debe ser solo un nombre, pero fue también
uno de esos luchadores.
Víctor ¿ha adquirido más sentido, la lucha por la Memoria Histórica
o, por el contrario, hay, aún, signos de desorientación o miedo?
- Para mi
tiene el mismo sentido de siempre. No veo que sea por desorientación o miedo
que no se avance. Tal parece que hubiera un cansancio o desilusión entre
algunos antiguos militantes, pero esto es la desmoralización propia de las
grandes derrotas históricas. Hace falta ver, con el transcurso del tiempo, que
las soluciones prometidas no son tales, para que se renueve el espíritu de
lucha.
Has desarrollado
tu actividad profesional en publicaciones de Argentina, Cuba, México, Perú,
España…Y has escrito diversos libros: "Uruguay: las
enseñanzas de la huelga general", "Las historias que cuentan:
testimonios para una reflexión inconclusa" y "El fraude de la
celulosa"… Si apalearas a elegir sólo una faceta, ¿escritura o
periodismo?
- Yo me
defino como periodista, lo mío no es la literatura. Tratar de perfeccionar mi
capacidad de analizar y de aportar a los otros ese conocimiento, con
documentos, datos y testimonios, para que piensen y lleguen a una convicción
propia.
Eso de ser periodista y objetivo, ¿es necesario?
- La objetividad es
imposible para el ser humano, esto está demostrado hoy incluso en las ciencias
llamadas exactas. En mi criterio, el periodismo debe ser concebido como
servicio a la sociedad y para ello son necesarios una ética y profesionalismo.
Yo no soy neutral, pero para mi la opinión del periodista poco importa, el
objetivo del periodismo no es convencer sino hacer pensar. Y para esto es
necesario aportar elementos concretos a los lectores, no simples opiniones o
juegos de efecto.
Reflexionando y dejando la objetividad a un lado,
¿cómo ves hoy, política y socialmente, a la República uruguaya?
Tras la desilusión que genera esta caricatura de Frente Amplio o
“izquierda” que está hoy en el gobierno, a la gente le cuesta "volver a
empezar", que es como veo el momento que atravesamos. Hay que volver a las
raíces que crearon en este país un movimiento popular y democrático de enorme
gravitación y visión programática pero que, por no haber sido capaz de unirse
lo suficiente, posibilitó a sus enemigos golpearlo por partes y derrotarlo por
un largo período. En cada momento tenemos que hacer lo que entendemos necesario
hacer, sin medir aplausos ni resultados. En muchos momentos de la vida personal
y la vida de los pueblos hay que volver a empezar; lo importante es que hayamos
aprendido algo de lo anterior.
Parafraseando
a Víctor Bacchetta, somos concientes que no podemos vivir agitando el pasado,
pero en ciertas ocasiones es necesario intimar con él para poder construir un
futuro.
Breve reseña Biográfica de Victor Bacchetta:
El
periodista Víctor Bacchettta nació en 1943. Fue miembro fundador del Movimiento
de Acción popular Uruguaya (MAPU) y de los grupos de Acción Unificadora (GAU),
uno de los fundadores del Frente Amplio en 1971. A partir del año 1968
se dedicó al periodismo y trabajó en los diarios De Frente, Crítica, Democracia
y Ya!, que sufrieron sucesivas clausuras en los años previos a la dictadura en
1973. Colaboró también con los semanarios Marcha, Sur y Respuesta. Exiliado desde
1974 (retorna a Uruguay en 1991), trabajó en diarios y periódicos de Buenos
Aires, La Habana ,
Río de Janeiro y Santiago de Chile. En Brasil fue corresponsal para medios de
prensa de México, Estados Unidos, Suecia, Suiza y Uruguay, así como
corresponsal de las agencias ALASEI, EFE e IPS.
En
1974 publicó en Argentina el libro “URUGUAY. Las enseñanzas de la huelga general”, con la firma Hugo
Lustemberg, y en 1993 retomó el anterior en “Las Historias que Cuentan”.
Testimonios para una reflexión inconclusa, con declaraciones de la resistencia
al golpe cívico-militar de 1973.
En
2000 publicó el libro “Ciudadanía
Planetaria”. Temas y desafíos del periodismo ambiental y en 2008 “El
fraude de la celulosa”, sobre los impactos de la forestación en Uruguay
y otros países de la región, así como del traslado hacia el sur de la industria
mundial de producción de celulosa. En 2010 publicó “El asesinato de Arbelio Ramírez.
La república a la deriva”, una investigación que reúne por primera vez
el expediente judicial y policial y documentación del Archivo Nacional de
Estados Unidos.
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