Entrevista: DANIEL ABELENDA BONNET periodista
y escritor.
Por: Jandra Pagani
Publicado en Revista Hipoética Nº 19, marzo de 2011
“Como en
Daniel Abelenda nació
en Salto en 1962 pero, las circunstancias de la vida, en 1970, lo llevan a
suelos colonienses, precisamente a la
cuna de los famosos carmelitanos: el matemático y estadístico Gonzalo Pérez
Iribarren; el destacado conductor de radio y televisión, comediante,
compositor, cantante y escritor Juan Carlos “Pinocho” Mareco; el campeón nacional,
en las más variadas categorías, el
ciclista Atilio Francóis y también, tierra de Monseñor Juan F. Aragone, segundo
arzobispo de Montevideo. Desde los 15 años, Daniel, ha transitado las vías
del periodismo. Paralelamente ha publicado
dos libros de cuentos (2006); en 2003 fue ganador de una mención en el Concurso
Anual de Literatura del MEC con su novela: “Secretos de Estado”; en 2004 fue
finalista del concurso de Narrativa de la IMM con su obra: “Manosdepiedra y otros cuentos”;
en poesía editó, en 2006, “Ciertas Canciones” y “Las peras del Olmo”, en 2007;
entre otros. Desde comienzos del 2011, Abelenda, es un comprometido colaborador
de “Hipoética”, hermanando a
través de ésta la literatura y los creadores de nuestro país.
Daniel, periodista, poeta y escritor,
¿cómo conviven tres géneros, al parecer antagónicos entre si, bajo una misma
mirada?
En
mi caso, se complementan. Cada uno me da un registro de voz diferente. Así, en
el periodismo desarrollo ideas u opiniones sobre sucesos que me interesa
comentar - los del ámbito cultural; en la narrativa cuento historias
ficcionadas, siempre con un componente
autobiográfico; la poesía me permite un tono más íntimo y sensible.
¿En qué momento descubres al Abelenda
escritor y poeta?
Fue
progresivo; hago periodismo escrito desde 1977, pero recién en 1996, empecé a
bocetar mi primer libro - una serie de anécdotas jocosas de hombres públicos.
En ese proceso, recuerdo una historia personal (una
pintada nocturna contra la dictadura en mis épocas de Universidad); y al contar
esa anécdota en primera persona, sucedió algo milagroso: ¡me resultó
infinitamente más divertida y apasionante que todas las demás! Supe entonces que ya no escribiría Historia
sino ficción. Como en la vida, nunca hay
vuelta atrás…
¿Cómo fueron tus comienzos en la literatura?
Se
contesta con la anterior. Con la poesía, fue un proceso muy similar; escribo
poemas desde mi primera juventud, pero la mayoría quedaban en un cajón, o con
suerte, se los daba a alguna chica que quería conquistar (¡sin éxito, en el 90%
de los casos!).
No
fue sino hasta que Roberto Bianchi me publicó algunos poemas en un libro
cooperativo (Ed. Abrace, 2004) que me di cuenta que los míos no estaban mal, que comunicaban sentimientos, estados de
ánimo, momentos y lugares de la vida.
¿Cuáles son tus escritores favoritas? consideras que, ¿han influenciado en tu literatura?
Creo
que todos los autores que he leído me han influenciado, en mayor o menor
medida. Entre los favoritos, está OSCAR WILDE, con esa ironía tan punzante y
amena; M. FORNARO y H. FONTANA son referentes en narrativa; D. APARAIN tiene un
humor desopilante, tan difícil de lograr como necesario en la buena literatura.
GARCIA MÁRQUEZ escribe como si tuviera una cámara en la mano (es sumamente
visual); CERVANTES, de quien aún hoy se puede aprender mucho.
¿Crees que, actualmente, se está haciendo buena literatura, a nivel
nacional, o que, por el contrario, nos encontramos con una generación en
búsqueda?
En
Uruguay hay una cantidad impresionante de escritores para nuestra población!
Claro, los hay buenos y regulares, pero hay una
necesidad de expresarse en las nuevas generaciones – los que empezamos en los
80- rompiendo los viejos moldes y escritores canonizados de las décadas 45 o
60. Creo que ahí hay un corte, similar al de época: MODERNIDAD/POS; y luego,
hay una serie de escritores de 20/ 30 años, que tienen una concepción estética
y ética novedosa. Son todas búsquedas válidas.
¿La cultura puede aportar algo a los cambios que están
viviendo nuestras sociedades?
Sí, la literatura y el arte pueden contribuir al
cambio social, porque nos ayudan a objetivarnos, a vernos a nosotros mismos y
nuestros vínculos con los demás. De otra manera, sería como una casa sin
espejos. El saber dónde estamos parados y cómo, puede ser el primer paso para
cambiar a nivel individual – que es mucho más difícil que los proclamados
“proyectos políticos”, que ya no
convocan ni entusiasman.
Como Pigmalión
se enamoró de su obra… El escritor se enamora de algún escrito, ¿cuál
consideras es tu mejor construcción?
Lo último que he escrito: una nouvelle titulada “La
profesora de Francés” (2011). La práctica hace a la perfección. Un escritor
nace pero también se hace. Creo que escribo bastante mejor que hace 10, 15
años. O al menos he encontrado eso que algunos llaman “estilo” o “voz propia”, y otros, “un tono”, una manera de contar.
Todo escritor tiene una
cantidad de material inédito, esperando a veces una oportunidad económica (o de
otro tipo), va llenado cuadernos que aguarda celosamente el primer día que vea
la luz, ¿en tu caso?
Sí; la ilusión de querer publicar todo lo que
tengo escrito, que en prosa, son unos 50 cuentos, 6 novelas, algunos poemas.
Pero es recomendable seleccionar y dejar que el tiempo decante los originales.
No todos resisten el paso del tiempo.
MONTERROSO
recomendaba “leer 100 veces más de lo que se escribe, y publicar 10 veces menos
de que lo que se ha escrito” (¡!)
Al periodista, ¿cómo valoras la labor de los medios de comunicación?
Veo
un bombardeo de noticias fragmentadas y muy
poco contexto o análisis. Y en los contenidos, sigue habiendo una
saturación de temas políticos-económicos,
en detrimento del quehacer
cultural- artístico y nosotros, sus trabajadores. Los periodistas deberían
recordar que el Arte genera IDENTIDAD Y RIQUEZA (también material). ¿Cuántos
pesos mueve la edición de un libro, un disco, una exposición…?
Por último, recomiéndanos algo que estés leyendo últimamente o que te
haya sorprendido en los últimos tiempos.
Ahora
estoy leyendo una novela de Milan Kundera: “La inmortalidad” (Tusquets, 1989);
este autor checo, escribió “La insoportable levedad del ser”, llevada al cine;
En poesía, siempre releo a LÍBER FALCO, JUAN CUNHA,
GELMAN…
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