La Radio del Gato

viernes, 20 de noviembre de 2009

Día Universal del Niño: El rostro de la pobreza infantil en Latinoamérica

Publicado en Argenpress lunes 9 de noviembre de 2009
por: Juan Limachi (XINHUA)



El rostro de la pobreza infantil en Latinoamérica se dibuja con mayor nitidez en las poblaciones indígenas y en las zonas rurales, en las que alrededor del 80 por ciento de los menores de edad viven en estas condiciones, indicó el director del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en América Latina y el Caribe, Bernt Aasen.

El funcionario precisó en una entrevista que para conocer la realidad de la infancia en Latinoamérica no son suficientes los indicadores nacionales publicados anualmente por los organismos oficiales, sino que hay que conocer la realidad de las poblaciones minoritarias.

"Los niveles de pobreza entre los indígenas son más altos que en la población en general", subrayó Aasen, comparando los promedios nacionales de 44 por ciento de pobreza y 19 por ciento de pobreza extrema existentes en la región.

Según el alto representante de UNICEF, la postración que acarrea la pobreza sobre estos grupos étnicos vulnerables tiene una incidencia directa en la salud, la educación y el bienestar social de los niños.

"Las poblaciones indígenas tienen un problema grave de acceso a servicios de sanidad, por eso vemos en varios países que la mortalidad infantil en estos grupos es tres veces más alta que en la población general", anotó.

En el aspecto educativo, este organismo internacional también registró que los niveles de escolaridad primaria enfrentan serias dificultades debido a la falta de programas de educación bilingüe y a la deserción escolar.

"Hay muchas dificultades entre los niños y niñas indígenas para culminar la educación primaria, sobre todo porque la enseñanza es en español y no en su idioma materno", sostuvo.

Aasen pidió a los gobiernos que hagan un esfuerzo para promover la educación intercultural y bilingüe, para que los indígenas puedan aprender a leer y escribir en su propio idioma, en una escuela sensible con respecto a sus culturas particulares.

La única forma de escapar al flagelo de la pobreza que sufren los niños latinoamericanos es tener acceso a la educación, y UNICEF propone enfatizar este sector como una salida para mejorar las condiciones de vida en la región.

"En todos los países de Latinoamérica, una gran parte de la población vive en la pobreza en zonas rurales con pocas infraestructuras, y no está incorporada en las economías nacionales", dijo.

Para el representante de UNICEF, en estas áreas marginales, la niñez en general se encuentra en una situación precaria, debido al pobre desarrollo socio-económico existente, y a que los niños deben trabajar junto con sus padres para sobrevivir.

Los países que preocupan

"El país más pobre de América Latina es Haití, porque es el menos desarrollado, después los países que más nos preocupan son Guatemala, Honduras, Nicaragua, y Panamá", puntualizó.

Países como Bolivia, Perú y Ecuador, donde las poblaciones indígenas superan el 60 por ciento del total de sus habitantes, la población infantil vive aislada del desarrollo y carente de los servicios básicos de sanidad, escolaridad y asistencia social.

Con respecto a Panamá, Aasen precisó que el 80 por ciento de la población indígena de este país vive en condiciones de pobreza, y en cuanto a las cifras nacionales, que incluye las zonas urbanas marginales, el 50 por ciento de niños son víctimas de este flagelo.

"Panamá es un país con unas brechas muy grandes entre las zonas urbanas y las zonas rurales, porque el desarrollo ha sido notorio en las primeras, pero en las segundas todavía hay lagunas de pobreza", detalló.

Afirmó que, a pesar de esta situación en las áreas no urbanas, durante los últimos 20 años ha habido un desarrollo socio-económico en Latinoamérica, pero que estos avances aún continúan siendo limitados, debido a la disparidad en la distribución de la riqueza.

Pese a estas limitaciones, hay algunos países que han logrado mejorar los niveles de vida de la infancia en cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, gracias a que tienen economías grandes y saludables.

"Tal vez, el país que más ha avanzado en los últimos años es Chile, pese a que también cuenta con una población indígena que no está incluida en los procesos de desarrollo, pero en términos generales está bien", sostuvo.

Según Aasen, los países grandes de la región como Brasil, Argentina o México, tienen un gran potencial para resolver sus problemas porque cuentan con economías fuertes y en pleno desarrollo.

Afirmó que en el caso de México le preocupa el impacto social que tiene la crisis financiera de Estados Unidos sobre esa nación, porque ambas economías están vinculadas directamente.

Honduras y el compromiso de UNICEF

Con respecto a Honduras, el representante de UNICEF manifestó su preocupación por los efectos negativos que tiene la crisis política en la culminación satisfactoria del calendario escolar 2009.

"Muchas escuelas han sido cerradas, por esa situación los niños y niñas de Honduras corren el riesgo de perder el año escolar", aseveró.

Indicó que la politización de la crisis ha polarizado a la sociedad hondureña, creando un ambiente de mucha incertidumbre en la salud mental de la niñez. "También hay un riesgo de que sean víctimas de la violencia social y política".

Asimismo, manifestó su preocupación por el reclutamiento forzoso de menores de edad en los conflictos civiles que existen en Colombia y Perú, donde las fuerzas armadas y las guerrillas reclutan a menores de edad indígenas o niños de zonas urbanas pobres.

En general, Aasen destacó que a 20 años de la suscripción de la Convención Sobre los Derechos del Niño, ratificada por la ONU el 20 de noviembre de 1989, hay avances, pero continúa la violencia y las agresiones sexuales contra la niñez.

Detalló como positivas la inversión pública en programas de apoyo para pobres, con transferencias directas de dinero en 15 países, de las que se benefician 20 millones de familias, con la condición de que envíen a sus hijos a la escuela y los sometan a controles médicos.

"En los países más pobres nos preocupa la alta tasa de mortalidad materna, las altas tasas de mortalidad infantil en los grupos de poblaciones excluidas y también la falta de acceso a la educación", formuló.

Para hacer frente a estas disparidades sociales, étnicas y de género, este organismo regional trabaja en 25 países, con 1.200 funcionarios, e invierte alrededor de 220 millones de dólares anualmente para poner en marcha programas a favor de la niñez.

Como parte de la cooperación que brinda UNICEF en Latinoamérica, también promueve programas de asistencia técnica a los gobiernos con el objetivo de diseñar políticas públicas a favor de los sectores sociales marginales en las zonas urbanas, rurales e indígenas.

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